Son muchas las preocupaciones del día a día, prepararnos para las clases, elaborar informes y ensayos, rendir en cada curso, trabajar, estudiar para los exámenes… ante el estrés que vivimos los universitarios, te brindamos algunas recomendaciones prácticas para sobrellevar las complicaciones, y enfrentar los problemas desde una perspectiva mucho más positiva, empleando distintas técnicas de relajación y ejercicios para disminuir los niveles de estrés y seguir camino hacia el éxito académico.
Beneficios
El Yoga es una disciplina física y mental originada en la India hace más de 5.000 años, consiste básicamente en ejercicios de movimiento consciente que tienen un efecto terapéutico, ejercicios de respiración, de meditación y de relajación. Practicarla ayuda a mejorar nuestra concentración y aprovechar al máximo nuestras capacidades, rindiendo más en los estudios, el trabajo o en cualquier aspecto de la vida.
Al realizar ciertos ejercicios o posturas mientras se regula la respiración, se purifican la sangre, los nervios y los diferentes órganos, se relaja el cuerpo y la mente, facilitando el desarrollo de tus actividades académicas, alejado de perturbaciones.
A través de la meditación podrás, al mismo tiempo que alivias las tensiones, incrementar simultáneamente el autocontrol. Otro de los beneficios de esta práctica incluyen: reducir los niveles de ansiedad, desarrollar una memoria más aguda, poder de convicción, autorrealización, y descubrir nuevos potenciales.
Existen diferentes variaciones o escuelas de Yoga, pero independientemente de la corriente que decidas practicar los efectos se sentirán desde la primera clase; por esto te recomendamos iniciar esta disciplina ancestral que mejorará considerablemente tu calidad de vida.
Técnicas
A continuación te presentamos una de las técnicas que puedes practicar en tu habitación cuando necesites liberar las tensiones de la vida diaria. Relajación y la respiración profunda son dos estrategias de autocontrol que resultan muy útiles si deseas mantenerte sereno ante cualquier circunstancia estresante.
1. En primer lugar, buscá un ambiente tranquilo y silencioso.
2. Colocate en una posición que te resulte cómoda, preferiblemente tumbado o sentado en un sillón, con la espalda totalmente apoyada en el respaldo.
3. A continuación colocá una de tus manos sobre el abdomen y la otra sobre el tórax.
4. Tomá aire de manera lenta y profunda, inhalando por la nariz y haciéndolo llegar hasta el abdomen, de manera que se mueva la mano que colocaste sobre él.
5. Mantené el aire durante 5 segundos y luego expulsalo por la boca, emitiendo un sonido suave y relajante, como si soplaras lentamente.
6. Seguí respirando en forma lenta y profunda, mientras sentís como se eleva y desciende tu abdomen.
7. Mantenete concentrado en esa sensación de tranquilidad que te proporciona la respiración.
8. Continuá durante 5 o 10 minutos.
Podés practicar esta técnica cada vez que lo necesites.
por Gabriela Galea de hotcourses.com.mx*
Foto de Lulemon Athletica bajo licencia Creative Commons
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